Reflexiones:

- "Cuando los nazis vinieron por los comunistas / me quedé callado; / yo no era comunista. / Cuando encerraron a los socialdemócratas / permanecí en silencio; / yo no era socialdemócrata. / Cuando llegaron por los sindicalistas / no dije nada; / yo no era sindicalista. / Cuando vinieron por los judíos / No pronuncié palabra; / yo no era judío. / Cuando vinieron por mí / no quedaba nadie para decir algo"


- "Si se mueve, ponle un impuesto; si se sigue moviendo, súbele el impuesto; si deja de moverse, dale una subvención"

miércoles, 18 de marzo de 2009

"Amén, hermanos calentones"

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Paso a colocar un par de artículos publicados en Libertad Digital, sobre el calentamiento global. A disfrutar:

Camelamiento Global

La comodísima verdad sobre el calentamiento global no es ni una certeza ni una teoría científica. Eminentes científicos –los últimos, en Japón– ponen en duda que sea la certeza indubitable que machaconamente se nos repite. Y lo peor es que ha dejado de ser una teoría científica, porque cada vez está más prohibido tratar de refutarla, actitud que es la esencia del conocimiento científico.

¿Qué es? Ni una teoría ni una certeza. En parte, es una ideología, una interpretación cerrada del mundo que nos rodea. Y por otro lado, más que una ideología, se asemeja a una religión dogmática, con unas verdades incuestionables que mandan a la hoguera –por ahora social y políticamente– a aquellos que osen criticarla. Entre estos dogmas, podemos señalar al menos cinco:

Uno, que es incuestionable la existencia de un calentamiento global a escala planetaria, que cambiará en pocos años lo que no ha cambiado en miles, llevándonos a un planeta inhabitable. Si hacemos caso a los fundamentalistas climáticos, en pocos años iremos a un cataclismo de proporciones milenarias. Dos, que este calentamiento es el culpable de todas las calamidades que ocurren y ocurran en el mundo, sean nevadas, sequías, lluvias, huracanes, guerras, hambre, terrorismo o inmigración. Todo puede explicarse por el saqueo salvaje del planeta. Tres, que el culpable de todo esto es el hombre, más concretamente el hombre occidental, y más concretamente aquel que vive en una sociedad democrática de libre mercado. Y por supuesto, si es norteamericano, muchísimo más.

Hay otros dos dogmas más, esta vez prácticos. El cuarto, la necesidad de acabar con el modo de vida occidental para no acabar con el planeta como única manera de evitar el Apocalipsis climático. Y cinco, la existencia de fuerzas malvadas –Bush, las petroleras, los capitalistas salvajes– que han tendido una red de conspiraciones para, mediante dinero, desacreditar a los pobrecitos ecologistas.

Su expresión actual es nueva, pero al fin y al cabo se trata del fundamentalismo ecologista nacido en la década de los sesenta en Estados Unidos, sólo que ahora en vez de sabotear excavadoras busca sabotear el modo de vida occidental. Eso sí, a la par que ha abandonado su marginalidad primitiva, se ha sofisticado. Es, más que una ideología, una religión y tiene dogmas, mitos, profetas y pecadores. Los dogmas, ya los hemos señalado. Se mezclan con los mitos –el protocolo de Kyoto uno de los más importantes– y los profetas, con Al Gore –Gorquemada–, como el elegido por los dioses para salvar a los humanos.

Y sobre todo tiene sus pecadores y sus arrepentidos. Con los doblepensadores climáticos, los liberticidas pueden ser generosos, pero los que perseveran en echar mano de la ciencia o de la libertad de expresión en su crítica son perseguidos con ahínco. Que algunos aguanten firmes los convierte casi en héroes de la libertad, como ha ocurrido en Nueva York, con una notable participación española. Pero sobre todo, la brutal presión que los cruzados del calentamiento global ejercen sobre quienes dudan sobre cualquiera de los dogmas, está dando lugar a un apartheid universitario e investigador donde los científicos más escépticos quedan apartados y marginados. Los Galileos de nuestro tiempo no arden en la hoguera, sino que se quedan sin fondos, son repudiados en público y desacreditados con criterios extracientíficos.

Y viceversa. Urge averiguar, cuantificar y listar cuánto, cómo y de qué manera se están haciendo multimillonarios asociaciones, grupos ecologistas, departamentos de investigación y funcionarios públicos gracias al fundamentalismo ecologista radical. Es una cantidad millonaria la que fluye de gobiernos e instituciones internacionales hacia determinadas manos, que –además– tienen mucho de oportunismo y poco de científico. Es así como el asunto del calentamiento global se convierte en el camelamiento global, mediante el que unos pocos se hacen muy ricos a costa de muchos. La historia de la humanidad, que ésta si que no cambia por muchos siglos que pasen.

GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.


Gabriel Calzada: "Kioto es el mayor fiasco creado en mucho tiempo"

El presidente del Instituto Juan de Mariana, Gabriel Calzada, participó en un simposio en Nueva York sobre el llamado calentamiento global. En él se cuestionó que el cambio climático sea provocado por el hombre y Calzada subrayó que Kioto a quien perjudica más es a los países pobres.

El grado de responsabilidad de los seres humanos en el calentamiento climático y las controversias que ello despierta en la comunidad científica en el mundo, se debaten este lunes y martes en un congreso en Nueva York, con la participación de Gabriel Calzada, presidente del Instituto Juan de Mariana, y el astrofísico Francisco Capella, miembro también de este instituto, vanguardia del pensamiento liberal en España.

El simposio se celebra bajo el título "El calentamiento global, ¿motivo de crisis?", organizado por el Instituto Heartland de Chicago y reúne a más de 70 especialistas de todo el mundo que cuestionan la gravedad del cambio climático.

El presidente de la República Checa, Vaclav Klaus, y el astronauta estadounidense que pisó la luna a bordo del Apollo 17, Harrison Schmitt, tomaron parte en la sesión inaugural de las jornadas. El gobernante checo cuestionó de nuevo en ese foro que el cambio climático sea consecuencia del hombre, y calificó de "alarmistas" a los gobiernos europeos que así lo consideran. "Probablemente no quieren revelar sus verdaderos planes y ambiciones para parar el desarrollo económico y que la humanidad retroceda varios siglos", opinó el político checo.

La emisión de gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono o el metano, se considera por buena parte de la comunidad científica como una de las causas del aumento de las temperaturas en el planeta, aunque hay otro grupo que pone en duda que el hombre sea el principal responsable del calentamiento global. "Es absurdo que se siga insistiendo en que el cambio climático se está acelerando porque en los últimos 10 años no han aumentado las temperaturas", declaró a Efe el astrofísico español Francisco Capella, que participa en el congreso.

Agregó que "el efecto del dióxido de carbono es pequeño porque no hay mucha cantidad en la atmósfera, por lo tanto, aunque dobláramos la cantidad de este gas, la temperatura seguramente no variaría ni en un grado". El Protocolo de Kioto (1997) se firmó con la intención de reducir la emisión de estos gases, producidos principalmente por los combustibles fósiles, con efectos contraproducentes para el calentamiento global.

Otro de los oradores del congreso, el profesor de la universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Gabriel Calzada, consideró ese tratado como "el mayor fiasco creado en mucho tiempo". "Este acuerdo internacional tiene un beneficio cercano a cero, pero un coste gigante, que ya ha alcanzado los 4.000 millones de euros" en España, indicó Calzada.

Según el economista, el beneficio del Protocolo de Kioto es "prácticamente nulo", ya que el descenso de la temperatura global se estima en 0,07 grados centígrados para el año 2050 "si todos los países cumplen el acuerdo". "Para los países ricos es todo un lujo poder destruir riqueza y empleo, pero a los países pobres, que precisan de la energía para la supervivencia y el desarrollo, el Protocolo de Kioto les está costando muchísimo", consideró Calzada.

Capella, por su parte, señaló que "si se incrementa un grado la temperatura en Estados Unidos o en Europa será irrelevante porque se cuenta con las infraestructuras necesarias para paliar sus efectos".


Fuente: Encontrado y "saqueado" del blog La Voz Liberal (además de Libertad Digital).

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"Radio TV Anti-ZP"



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